En este último tiempo he venido cambiando mi práctica profesional, en post de una serie de objetivos a conseguir. En el caso del rejuvenecimiento facial, plantearnos únicamente una blefaroplastia es caer en un error frecuente.
Cada vez más, me voy dando cuenta, que el hablar de un procedimiento quirúrgico específico, como por ejemplo la blefaroplastia. Es un error que frecuentemente cometemos los cirujanos plásticos. Los pacientes, nos buscan porque quieren mejorar su apariencia, quieren volverse a verse y sentirse jóvenes, y habitualmente no solicitan una cirugía específica.
Buscan un resultado específico.
Es cierto que esta intervención cambia la anatomía de nuestra mirada, despejándola y acomodándola para conseguir una apariencia joven, fresca y descansada. Sin embargo, estos objetivos deben ser correlacionados con otros procedimientos quirúrgicos anexos y procedimientos médico-estéticos complementarios. Así pues, en mis últimos casos, he venido realizando técnicas complementarias a la de la blefaroplastia. Consiguiendo excelentes resultados y grandes cambios que son muy valorados por mis pacientes.
Entre ellos tenemos:
1. La elevación de las cejas
Ya sea a través de una incisión por encima de las cejas (que queda escondida por las mismas cejas), o por un abordaje a través de la línea de implantación del cabello. Esto consigue una apertura aún mayor de los ojos y una mejora en la apariencia general y sobre todo dinámica del tercio superior facial.
2. La suspensión de la zona malar (pómulo)
Aprovechando la incisión palpebral inferior. Esto consigue reposicionar la grasa y tejidos del tercio medio facial que por la gravedad y el tiempo han ido cayendo y produciendo un realce del surco nasogeniano. Junto con una falta de definición de los pómulos y de la línea mandibular. Siempre y cuando no se necesite una corrección de exceso cutáneo de la mejilla, que sólo se conseguir con un abordaje de lifting facial pre-retroauricular.
3. El uso de Toxina botulínica
En el postoperatorio (una vez pasado el proceso inflamatorio de la intervención quirúrgica previa).
Este tratamiento consigue relajar y compensar la zona central de la frente una vez ya se hayan corregido y reposicionado las cejas. Quitando tanto las arrugas de expresión como las arrugas de reposo de la frente.
4. El uso de peelings faciales en el rejuvenecimiento facial
Tras las intervenciones quirúrgicas. Consiguen renovar y re-tensar la piel de la zona media y frontal del rostro, consiguiendo una unidad de rejuvenecimiento facial más balanceada. Donde se produce la mejora quirúrgica de la zona peri ocular y la mejora no quirúrgica de las áreas anexas.
Así pues, en este caso, el uso de tratamientos complementarios consigue grandes resultados. Nos permite no sólo mejorar o corregir un área anatómica determinada. En este caso los ojos y párpados, si no más bien, conseguir un resultado global de rejuvenecimiento facial total. Donde frente, cejas, párpados y pómulos, consiguen una mejora significativa, segura y duradera. Como siempre, recuerdo que lo que escribo en este post, es únicamente fruto de mi propia práctica profesional y por consiguiente respeto que otros profesionales del medio puedan tener una opinión contraria.
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